La Celestina

Calisto se enamora de Melibea, chica a la que ve casualmente. Melibea es hija de un comerciante. Ella rechaza a Calisto. Calisto no se quiere dar por vencido y sigue los consejos de su criado Sempronio, que le recomienda acudir a una alcahueta, la vieja bruja Celestina. Calisto tenía dos criados, Sempronio y Pármeno, éste último no estaba de acuerdo con la decisión de Calisto, pero no tiene en cuenta su opinión. Celestina acaba convenciendo a los criados diciéndoles que compartirá con ellos las ganancias y proporcionándoles compañía femenina. Celestina ablanda el corazón de Melibea con mentiras y hechizos, y se gana a la doncella, hasta el punto de que acaba reconociendo su amor por Calisto. Pármeno también acaba sucumbiendo a los poderes de Celestina, ya que se enamora de una de sus prostitutas, Areusa. Como Calisto estaba tan emocionado por los logros de Celestina, y la futura cita, decide regalarle una cadena de oro a la alcahueta.  En el momento en el que Calisto y Melibe

A nivel temático la obra trata tres temas: el amor, la fortuna y la muerte. Cuando hablamos de fortuna, nos referimos al azar, y el cómo las pasiones de cada individuo los conduce a un final trágico. Respecto a la intención de la obra,Fernando de Rojas en un principio pretendía prevenir del mal de amores, es decir, advertir a la gente de los peligros que tiene volverse loco por amor. Este sería el objetivo literal de la obra. Pero existe un objetivo implícito dentro de la obra. El fatalismo de la individualidad. Existe un pesimismo en la obra, ya que su final es trágico. Esta visión se ve en el monólogo final del padre de Melibea, en el que habla sobre el fatalismo de vida.